Montañas, sol y encuentros !

Después de nuestra despedida, pasamos por el kilómetro cero de la Argentina, el Congreso de Buenos Aires, de donde se cuentan todas las distancias del país. El cuentakilómetros de la Kombi dice 78.726 kilómetros. Si, el medidor muestra sólo cinco cifras, asi que la Kombi puede muy bien ya tener 178.726 kilómetros o 678.726, o cualquier otro múltiplo, es  lo mismo y no importa.
Subimos a la autopista. Al llegar al primer peaje, nos damos cuenta que tan agotados y tan concentrados en ciertos aspectos de nuestra partida, no hemos pensado en sacar plata del banco y no tenemos lo suficiente para pagar (aquí, los peajes solo se pagan en efectivo). Obligados a buscar monedas en nuestros bolsillos para juntar centavos... Cuando somos buenos, somos buenos hasta el final!

Paso por Luján, la primera "parada" del viaje para ver a la famosa bàsilica. De noche, esta perfecto, no hay nadie. Unos kilómetros más y paramos nuestra nueva casa en una estación de servicio. Esta primera noche es una oportunidad para probar la kombi en su versión "noche". Algo que obviamente no hemos tenido tiempo para hacer en Buenos Aires. El sofá se convierte en cama sin problemas. Las placas de aislamiento (cortadas la noche anterior a las 3 am) que sirven  para cubrir las ventanas encajan bastante bien. Pasamos una noche cálida.
El día siguiente esta dedicado a manejar. A 80 km/h, la velocidad de crucero de nuestra kombi, no hay que tener prisas, ni pensar en el horario de llegada. Ella elige por si sola a dónde quiere llegar y a qué hora.

 

Entre la lista de cosas que no habíamos tenido tiempo en Buenos Aires està el engrase del tren delantero por "máquina rota", "falta de grasa”, etc. En cada estación en el camino (que se encuentra aproximadamente cada cien kilómetros) intentamos ver si lo pueden hacer pero pocas lo hacen y además es domingo... así que no tenemos más suerte que en Buenos Aires. A la salida de una estación, llegando a una rotonda, avanzo y "BAM", nuestro primer choque. Según el otro conductor "hay que mirar antes de salir a la ruta”, según yo "llegar a 100 km/h en una rotonda, aunque es abierta y no mirar hacia adelante, es peligroso "(no toco la bocina, no freno como loco, ni nada). Al final, nos arruino un poco el paragolpes trasero y su paragolpes delantero tiene una marca, pero nada grave, así que lo dejamos allí.

Manejar en la Argentina es muy similar a manejar en Australia, nada, nadie, nada, nadie, una ciudad chiquita, nada, nadie, etc. Es muy gracioso.

La kombi se comporta bien, no hay problema, es un placer, pero un ruido del tren delantero empieza a ser oído. En una estación de servicio, me tiro abajo del auto, pensando que por casualidad el problema pueda ser visto a simple vista. En este momento, un señor nos pregunta si necesito una llave especial. Le explicamos el ruido y le preguntamos si sabe de mecánica. Dice con modestia "un poco". En realidad, es el mecánico de un equipo de autos de carreras! Volviendo justo de una carrera, el comienza a ayudarnos, y su equipo también. La Kombi se encuentra como de costumbre en el centro de atención. En cuestión de minutos, encuentra que el ruido viene de la pastilla de freno y que no es nada grave. Tan simpáticos!
Tomamos algunas fotos para recordar la historia de esta parada muy agradable y salimos de vuelta a la ruta.

Pasando por San Luis, donde Caris tiene una de sus mejores amigas, decidimos hacerle la sorpresa. Ella está muy emocionada de vernos y nos recibe con los brazos abiertos. Nos propone que nos quedemos la noche, pero queremos manejar un poco más porque la idea de disfrutar del fin de la temporada de esquí estuvo un poco arruinada por el tiempo que tardamos en preparar la kombi. Asi que queremos llegar "rápidamente" a Penitentes, el primer centro de esquí de nuestro viaje. Manejamos una hora más y paramos para pasar la noche.

Unas horas de conducción en la mañana y llegamos a Mendoza, una ciudad donde tenemos que hacer el engrase del auto y llenar nuestra garrafa de gas. Vamos a la estación del ACA (Automóvil Club Argentino). Por fin alguien que puede hacerlo! En la búsqueda de los trece puntos de entrada, el señor nos avisa que faltan unos alemitas y que tenemos que ir a un mecánico para arreglarlo, porque el no tiene los repuestos necesarios y también nos dice que una de las gomas parece gastada. Justo en ese momento, pasa un mecánico del ACA y viene a mirar. La goma esta buena. Sólo tenemos que reemplazar los alemitas. Aprovechamos esta oportunidad para contarle el ruido del freno. Muy simpático, saca todo y encuentra de donde viene el ruido. Nuestros amigos el día anterior tenían razón y de hecho no es nada.
Vamos a ver el mecánico recomendado. Resuelve el problema sin problemas.
Curiosamente, en Buenos Aires siempre había que encontrar el mecánico especialista de kombis y aquí nunca es un problema... Todos están acostumbrados y la conocen bien.
Buscamos quien nos puede llenar la garrafa de gas. Mucho más difícil que en Buenos Aires. Encontramos y finalmente podemos irnos de Mendoza a las 5pm!
Empezamos la última parte del camino a Penitentes, situado a 165 kilómetros. En Francia, hubiera sido 140 kilómetros de ruta y 25 kilómetros de montaña para llegar a la estación. Aquí, desde el km 30 estamos ya en plena Cordillera. La noche nos sorprende. Los faros de la Kombi están mal alineados, así que no queremos seguir de noche y pasamos la noche en un parador de camioneros muy frecuentado, la carretera uniendo Mendoza a Penitentes siendo la que conecta Argentina a Chile en el eje de Santiago - Buenos Aires.

Al amanecer, volvemos a manejar con el placer de encontrar paisajes sublimes.
Desde ayer, me parece que la Kombi funciona bien, pero que le falta potencia y de pronto en una subida ella se detiene. Paro al toque en la banquina. Según los síntomas, se ahogó. Abrimos el motor para verificar el filtro de nafta. Todo parece bueno. Unos minutos preguntando que puede ser y llega la gendarmería. Tres caballeros muy agradables que saben de mecánica. ¡Perfecto! "Estamos en altitud. Le falta oxígeno, así que se ahogó. Hay que sacar el filtro de aire." Simple y eficaz. Pero al reiniciar, toda la parte eléctrica comienza a jugar malas pasadas y uno de los gendarmes se da cuenta de que el rotor está dañado. Tenemos todas los otros repuestos de la parte eléctrica, pero este no. "Hay que volver a Uspallata, la ciudad a 40 kilómetros de aquí, para comprarlo. Detengo un camión y uno de ustedes se baja con él. Una vez el repuesto comprado, nos llaman y volvemos con un gendarme mecánico para que ponga el motor a punto”. Y de pronto, estoy a bordo de uno de los numerosos camiones que hacen la ruta Santiago-Mendoza.

Llego a Uspallata y empiezo a recorrer las tiendas de repuestos. Nadie la tiene y el estrés de no encontrarlo llega un poco pero afortunadamente la última tienda lo tiene. Hago dedo para volver a la combi. Rápidamente, un guía con tres extranjeros  me lleva. De vuelta a la kombi, llamamos a los gendarmes. Mientras los esperamos, pegamos los stickers de viaje para la kombi. Los gendarmes llegan, cambian el rotor, ponen el motor a punto y listo salimos de vuelta a la ruta.

 

La llegada a Penitentes tiene poco que ver con la de una estación de Francia, donde el sinuoso camino sube en las montañas durante unos cuantos kilómetros y termina en la estación. Penitentes se encuentra en el medio de la ruta!

Estacionamos la Kombi frente a un hotel, damos una vuelta rápida al pueblo y empezamos nuestra búsqueda de una ducha porque en la kombi se puede dormir, comer, etc. pero no se puede bañar! Durante nuestra investigación nos encontramos con una pajera de franceses súper simpáticos, Vincent y su novia, con quienes pasamos el resto de la noche. Algunos hoteles están dispuestos a prestarnos una ducha, pero pagando. Bien pero no muy bien. Y finalmente, en un hostal nos ofrecen para ducharnos gratis todos los días de nuestra estancia en Penitentes. Perfecto.

A la mañana siguiente, con Caris instalamos el gas en la kombi. Como todo lo demás, nos lleva tiempo, pero funciona! A la tarde, esquió con Vincent y luego pasamos la noche los cuatro juntos.
Con un mes para visitar el país, Vicent y su novia ya deben salir al día siguiente. Es una lástima porque fue un encuentro muy agradable y hubiera sido un placer estar un poco más con ellos. Nos hacen el placer antes de salir de ser nuestros primeros clientes!
Me paso el día explorando Penitentes y sus fueras de pista: buena pendiente, la nieve virgen... Está bueno.

Mientras tanto, Caris conoce a Puppy, la gerente de un hotel que pronto se convertirá en una gran amiga.

Al día siguiente, estoy en una telesilla y veo a dos personas que suben con pieles a los afueras de pista que empecé a explorar el día anterior. Con ganas de conocer a otros esquiadores, pongo las pieles rapidito y subo con velocidad para alcanzarlos. Afortunadamente, toman tiempo para sacar algunas fotos y así llego. Dos franceses, François y Antoine, que vinieron a Chile y Argentina a esquiar por algunas semanas. Pasamos el día juntos explorando nuevos fueras de pista.

Después de haber visto muchos de los fueras de pistas durante los dos días anteriores, el sábado y domingo, elijo hacer salidas de esquí de travesía en las montañas de los alrededores de Penitentes. Caris aprovecha de mi ausencia para desarrollar otra de nuestras actividades lucrativas, empezando la venta de bizcochuelos. Podemos conocer mejor a Puppy, Maru y Laura que son absolutamente adorables.

 

Lunes, primer día nublado del viaje, Caris y yo pensábamos salir al medio día, pero finalmente trabajamos todo el día para responder a los numerosos pedidos de remeras. Todos parecen muy contentos con sus compras.

Salida prevista el martes a la mañana a la primera hora, pero otros pedidos llegan. Trabajamos un buen rato y salimos finalmente a las 2pm. Penitentes, primera etapa de veras del viaje nos dejara hermosos recuerdos: lindos encuentros, esquí de calidad…

Ahora, dirección El Puente del Inca, un sitio natural hermoso.

La leyenda dice que un inca que traía su hijo enfermo a las aguas curativas localizadas del otro lado del río no pudo cruzar por la temperatura del agua demasiado baja. Un grupo de incas que los quisieron ayudar crearon un puente humano para que cruzaran. Cuando cruzaron, los incas se petrificaron y el puente se volvió piedra…

Pasamos después por el parque del Aconcagua para ver la famosa montaña, la cumbre más alto del continente americano a casi 7000 metros.

Al haber escuchado buenas cosas del centro de esquí Portillo, localizado cerca de Penitentes, justo del otro lado de la frontera Chilena, queremos ir allá unos días.

La salida de Argentina y la entrada a Chile se hacen ambas en el mismo edificio. No hay problema para salir de la Argentina a pesar de una confusión grande sobre los papeles que llenar para que la Kombi pase. Al entrar oficialmente a Chile, una señora nos da un papel para firmar que estipula que no tenemos mercancía.  Eh… si, justamente, tenemos pero no es para vender en chile. Los aduaneros muy simpáticos nos explican que si queremos pasar tenemos que pagar un impuesto y a la vuelta a argentina el impuesto argentino y que sería más sencillo dejar la mercancía en Argentina. Los papeles ya hechos para Caris y yo, estamos oficialmente en Chile. La Kombi está oficialmente en Argentina. Elegimos dejar las remeras en Penitentes, a 40 kilómetros de la frontera y volver a terminar los papeles para que la Kombi entre a chile. Después de unos kilómetros, finalmente cambiamos de opinión, pensando que todo eso es demasiado complicado y volvemos a la frontera para cancelar nuestra entrada a Chile y simplemente quedarnos en Argentina sin irnos a Portillo. Los aduaneros cancelan el comienzo de proceso de la Kombi pero nos explican que nosotros ya estamos en Chile y que no se puede cancelar, que tenemos que hacer los papeles para salir del país y volver a entrar a la Argentina, y que todo eso se hace en la frontera Chile-Argentina localizada a 35 kilómetros de acá…

Todo es un poco complicado entre la Kombi que al final no salió de Argentina pero que tiene que pasar la frontera para volver a entrar a su país pero felizmente los aduaneros no molestan y nos dejan pasar fácilmente, dándome 90 días de visa.

De vuelta en Penitentes. Risas bien merecidas. La noche llegando, elegimos quedarnos una noche más y salimos por fin al día siguiente. Dirección Mendoza.

Comments

[Esteban (nepe)]

Hola Chicos! q lindo recibir noticias suyas!

Cuando se te ahogue la RUM RUM de nuevo, ponele media cebolla en la entrada de aire y se soluciona! es una tecnica lugareña para cuando se apunan los vehiculos, pregunta en mendoza que te van a saber explicar como.

Me alegro q la esten pasando tan bien, y les deseo desde aca el mejor de los exitos! cuidense mucho!

Un besote enorme